Popularidad de los peces betta
El pez betta es el segundo pez mejor vendido a nivel mundial, pero a pesar de su popularidad, las bettas hembras son poco conocidas y normalmente no son comercializadas en las tiendas de mascotas o tiendas de acuarios. Las tiendas de animales prefieren vender bettas machos porque son mucho más vistosos y fáciles para comercializar.
Las bettas hembras tienen la ventaja de poder vivir juntas entre ellas, y vivir con otros peces que no sean muy agresivos. Su baja agresividad y posibilidad de convivir con otros peces en un mismo acuario, es una ventaja, y algunas personas lo prefieren por esa razón, pero hay personas que la buscan por otros motivos, y uno de esos motivos es su reproducción.
La cría de peces betta es un negocio muy lucrativo, y hay criadores que se dedican únicamente a esta especie. A un criador de bettas le importaría poco o nada que un hobbista reproduzca bettas en su casa por entretenimiento, educación o amor al hobby, pero no le agradaría la idea que surjan nuevos criadores que inunden el mercado con ofertas y dañen el precio del mercado. Esto último es entendible y no podemos culpar al criador por querer proteger sus intereses, pero al hacerlo puede causar inconvenientes a aquellos hobbistas que quieran tener una betta hembra por una u otra razón.
Las bettas hembras son menos populares, pero no son fáciles de conseguir
En un documental en donde entrevistan a un famoso criador de bettas en Tailandia (famoso y conocido por haber renunciado a su carrera universitaria para dedicarse a la cría de bettas), comenta durante la entrevista que en su infancia cuando se inició en el hobby, pasó un mes entero buscando, para poder conseguir una sola betta hembra en la ciudad o pueblo en donde vivía, y dice que cuando finalmente lo encontró, tuvo que gastar todo el dinero de su mesada en ella, debido a que esa betta hembra costaba varias veces más que cualquier betta macho en su localidad.
Dice además el entrevistado (el criador) que la betta hembra que compró, no tenía nada en especial, y que el motivo de su elevado precio se debía a que nadie quería vender hembras en esa época. Cuenta el criador que, el dueño original de esa y otras hembras, se vio obligado a venderlas por una emergencia económica que suscitó en el momento, y que de no haber sido por eso, no habría tenido la oportunidad de comprarla.
Esta entrevista fue grabada hace 20 o más años atrás, está en tailandés con subtítulo en inglés, y quizás coloque el enlace de ese video en esta página cuando lo encuentre. El criador que menciono producía 20.000 bettas al mes para el momento de esa entrevista, y decía que su meta era llegar a 50.000 en el próximo criadero que planeaba construir. Hoy en día las bettas hembras no son tan caras, pero en algunos países siguen siendo difíciles para conseguir.
¿Porqué aún son tan difíciles de conseguir?
Una de las razones para el desabastecimiento de bettas hembras en las tiendas, se puede deber al empeño de algunos criadores por controlar el mercado. En algunos países en donde no existen las importaciones de peces betta, el criador puede restringir la disponibilidad de las hembras para evitar que otras personas lo reproduzca, y evitar así que surjan más criadores o competencia en el mercado. Esta práctica es muy común en los países asiáticos y no ocurre solamente con los peces betta.
Gamba caridina (CRS) hembra con sus crías
La escasez de hembras es común y no ocurre solamente con los peces betta. Para dar un ejemplo podemos mencionar a las “gambas caridinas”, en donde normalmente no se consiguen hembras en las tiendas especializadas que se dedican a su comercialización, debido a diversos motivos o razones que ellos alegan; pero en mi opinión, la razón principal es la que les voy a exponer a continuación:
Una gamba caridina de grado medio (SS) puede costar entre 5 a 7 dólares, y una gamba (SSS) hasta 10 y 20 dólares. Una gamba hembra puede dar luz a 20 o 30 y hasta 50 crías en una sola puesta, y en el transcurso de su vida podría tener entre 10 a 15 puestas. Como Verán, no tiene sentido que el criador o dueños de tienda los venda, y mucho menos cuando esas gambas estén embarazadas, porque prefieren conservar las hembras y vender las crías.
En el caso de las gambas caridinas, la única forma de obtener una hembra, es comprar lotes de gambas juveniles, cuando todavía no se pueda diferenciar con claridad su sexo, y esperar que en ese lote, algunas hembras hayan pasado desapercibidas y puestos a la venta por error.
¿Cómo conseguir bettas hembras?
Con los peces betta se puede hacer lo mismo para comprar lotes de bettas juveniles durante la temporada alta. Durante esas temporadas cuando la demanda rebasa la producción, los criadores se ven muchas veces obligados a vender bettas juveniles de 2 o 3 meses para satisfacer la demanda del mercado. A esa edad los bettas machos y hembras pueden ser muy similares de tamaño y apariencia, y pueden ser confundidos con facilidad cuando lo clasifican de forma apresurada.
Los bettas machos juveniles de 2 o 3 meses de edad no pueden ser identificados por la forma o tamaño de sus aletas, y las hembras carecen de tubo ovipositor o rayas verticales a esa edad, pero podemos recurrir a un pequeño truco para identificarlos.
Lo que podemos hacer es mostrarle un espejo a esos bettas para que vean su propia reflexión cuando se acerquen. Los machos reaccionarán abriendo sus opérculos o placas branquiales, y en ocasiones tratarán de atacar a su propia imagen reflejada en el espejo. Algunas hembras podrían reaccionar también ante su propia imagen abriendo sus opérculos, pero no tratarán de atacar ni serán tan agresivas o persistentes. Entre esos bettas habrán algunos que simplemente ignorarán su reflexión y se alejarán del espejo, y esos son los bettas que debemos escoger. Se puede seleccionar entre 5 o 6 peces de ese grupo, y de ahí saldrá seguramente más de una betta hembra.
Otras formas de comprar o conseguir bettas hembras
Bettas hembras por encargo
No todas las tiendas de peces o acuarios dejan de vender bettas hembras porque el criador se niegue a surtirle, y no todos los criadores se niegan a vender hembras para que la gente no lo reproduzca. Muchas veces y en la mayoría de los casos, ellos (las tiendas) no venden hembras porque su demanda es baja, y no les conviene tener en stock peces que tengan poca o baja rotación. En estos casos se puede hablar con el dueño o encargado de la tienda para que nos lo pida por encargo. Normalmente hay que comprar entre 5 o 6 peces en adelante para que ellos lo puedan pedir bajo esa modalidad.
Compra online
En Estados Unidos, México y algunos países suramericanos, así como en muchos países europeos se pueden conseguir bettas hembras para la venta en tiendas en línea y en plataformas de venta como Amazon o Mercado Libre. Conseguir una betta hembra en estos sitios es fácil y económico, pero el problema que tienen estas tiendas y plataformas en línea, es que las fotos del pez que utilizan es una “imagen representativa”, y no una imagen del pez que te van a vender. No quiere decir con esto que el pez que van a enviar tenga que ser menos atractivo o de menor calidad, pero no vas a recibir el pez que estás viendo en sus páginas web.
Compra directa al criador a través de Ebay
Ebay es utilizado por muchos criadores y vendedores de Tailandia para la venta de bettas show o peces betta de “calidad premium”. Esta plataforma de compra y venta ofrece una interface que permite mostrar el producto “actual” que está para la venta, y a diferencia de las tiendas online y las otras plataformas de compra y venta en línea, uno puede comprar exactamente lo que está viendo.
La desventaja de comprar utilizando esta modalidad, es que el pez no está en tu país y lo tienen que enviar desde el país de origen. El envío puede tardar una o más semanas para llegar, y aparte del costo del pez y el costo del envío desde Tailandia, tienes que sumarle la tasa o impuesto de importación. Aparte de los gastos que ya mencionamos, hay que agregarle un costo de manejo y reenvío que cobra el “dropshipper” o despachador que está en tu país. El dropshipper es la persona encargada de realizar los trámites de importación y reenvío desde la aduana de tu país, hasta la dirección de entrega que hayas indicado en el momento de hacer la compra.
Al final de todo el proceso, uno puede terminar pagando el costo del pez que ronda entre 45 – 70 dólares + otro 50 o 70 dólares adicionales por concepto de impuestos de aduana, manejo y envíos.